A pesar de la existencia de desatascos baratos en Sevilla, en tiempos de crisis cualquier ocasión es buena para ahorrar unos euros. No obstante, esta actitud es realmente heroica, pero muchas veces nos puede pasar una factura mucho más cuantiosa de la que pretendíamos evitar. En el caso de los desatascos tomarnos la justicia por nuestra mano utilizando ciertos productos no solo puede repercutir negativamente en nuestro bolsillo, sino en nuestra salud. A continuación veremos a cuáles nos estamos refiriendo y en qué consisten las consecuencias de su uso inconsciente.

Hemos de hablar en primer lugar de la sosa cáustica, una sustancia química altamente corrosiva cuyo contacto con los ojos puede llegar a provocar ceguera. Pero no solo es capaz de destrozar tejidos orgánicos; en cantidades excesivas corroe incluso el acero. Es cierto que su efectividad para solucionar atascos es alta, pero el riesgo surge cuando comienza a abusarse de la cantidad empleada y de la frecuencia de uso. Si bien es un compuesto presente en infinidad de productos de limpieza, su porcentaje total es el justo y necesario para crear el efecto limpiador o desatascador deseado. Hacer un uso indiscriminado de la sosa cáustica solo porque es más barata que dichos productos y hemos oído que es muy efectiva puede salirnos caro en muchos sentidos. Desde nuestra empresa de desatascos baratos en Sevilla solemos decir que, en estos casos, el remedio es peor que la enfermedad.

Lo mismo ocurre con el ácido sulfúrico y el ácido clorhídrico. La efectividad de estas sustancias para roer cúmulos de residuos es indiscutible, pero también arrasará con las tuberías y todo lo que encuentre a su paso. En Desatascos Antolima nos oponemos radicalmente al uso de químicos tan inseguros y dañinos tanto para la salud como para el medio ambiente y recomendamos el empleo de productos homologados por las autoridades.